El secreto para un discurso inolvidable no está en la improvisación, sino en la preparación. Domina estos cuatro pilares para asegurar que tu mensaje no solo se escuche, sino que se recuerde.
Antes de pararte frente a un público, tienes que saber a dónde vas. El 90% del éxito de un discurso se define antes de que digas la primera palabra. Estas cuatro preguntas son tu brújula; te guían para que cada idea, cada gesto y cada palabra cuenten. Respondiéndolas con honestidad, transformarás una presentación en una experiencia.
Dominar estas cuatro preguntas no te hace un orador perfecto, te hace un orador estratégico. Te libera de la improvisación nerviosa y te da la confianza para conectar de verdad. No subestimes el poder de la preparación: es lo que separa a un buen orador de uno que deja una huella.